miércoles, 28 de septiembre de 2016

LOS OJOS DEL MAR.

Titulo: Los ojos del Mar.
Atutor: Alberto Guaita Tello.
Editor Casa del libro.
En createspace  Independient Publishng Platfoem ediccion:
Paginas 334 Publicacion 13 de septiembre 2015
PVP:  10, 77


"LOS OJOS DEL MAR”.
 A primeros de los setenta, en la costa de Camerún, la joven Fanya y su abuela Simone, la curandera, encuentran herido e inconsciente en la playa a un extraño ser humanoide llamado Sharduk. Simone lo reconoce como un “mamiwata”, un espíritu de las aguas. Juntas intentarán salvarle la vida curando sus heridas y ocultándolo en el manglar. Al despertar, Sharduk les relatará cómo es el cada vez más deshabitado y peligroso mundo del que proviene, Teluria, y de qué manera llegó al nuestro a través de las extrañas “zonas de cruce”. Fanya y el aún convaleciente Sharduk no tardarán en enamorarse. Debido a peligrosas circunstancias tendrá que alejarse de ella, jurándole que volverá con un medio seguro para que puedan atravesar el “cruce” submarino juntos. De aquí parte una historia épica de aventuras, amor, magia africana y ciencia ficción, llena de giros inesperados. En ella descubriremos los distintos mundos y misterios de cada uno de sus protagonistas, que tendrán que enfrentarse tanto a los prejuicios de sus respectivas sociedades como a oscuros secretos y temibles enemigos. Puedes ver el booktrailer aquí: https://www.youtube.com/watch?v=KQ_6UCPK7KQ
http://www.casadellibro.com/ebook-los-ojos-del-mar-ebook/9788416508211/2998331
https://www.amazon.es/Los-ojos-Alberto-Guaita-Tello/dp/1517339324/ref=sr_1_fkmr0_1?s=books&ie=UTF8&qid=1475064532&sr=1-1-fkmr0&keywords=los+ojos+del+mar+kindle

viernes, 23 de septiembre de 2016

Nueva novela

Me estoy planteando auto editar una novela en Amazon, para este otoño, el año pasado auto edite mis dos relatos eróticos. Pero en los próximos meses, quiero madurar esta idea, dentro de unos días, si mi novela está libre, empiezo a pensar en la portada, en los símbolos.


                           Os dejo un anticipo de ella.


Una brisa de viento la devolvió a la realidad. Sentía un poco de dolor en la mejilla. Cogió su bolsa de aseo y se dirigió a los lavabos; allí, se miró en el espejo y en él se reflejó una joven humillada. Sintió rabia de sí misma. No iba a permitir que un hombre le pegara por muy enamorada que estuviera, una vez y nunca más. No habría otra ocasión, no pasaría de nuevo.
Miró la marca que le había dejado. Sus ojos se estaban poniendo un poco morados, así que se los maquilló para disimular el moratón. Salió de allí y volvió al coche. Imaginó que cuando terminara su visita, tendría que volver, y eso la hacía temblar de miedo. Así que decidió que estaría en aquella ciudad hasta que se le acabara el dinero que llevaba y, después, ya pensaría qué hacer.

lunes, 12 de septiembre de 2016

DOS DÍAS Y TRES NOCHES




Título: Dos días y tres noches.
Autora: María González Pineda
 Páginas: 101
Género: Romántico Erótico
Editorial: Editamás.
De venta en este enlases.
http://editamas.es/epages/4da5279f-3850-4cd4-9d7e-ceb548a415c3.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/4da5279f-3850-4cd4-9d7e-ceb548a415c3/Products/76


María González Pineda, se adentra de lleno en el género erótico, haciéndonos vibrar en cada párrafo con estos dos relatos.

DOS DÍAS Y TRES NOCHES,
 es el relato que da nombre al libro.
Evelyn es una guapa mujer de 26 años.
Pasaba su vida aburrida hasta que una noche encontró un hombre que le hizo conocer un mundo de sexo y lujuria al que no estaba acostumbrada. Esta situación, le hace darse cuenta de que tiene un fiera dormida, escondida, hambrienta de sexo. Ya no le importaba su vida, solo quería ser la amante de un hombre mayor que ella. Vive loca por él y solo le importa pasar con él dos días y tres noches.

LOS SUEÑOS ÍNTIMOS DE ELOÍSA
Eloísa Román era una mujer bella y joven, centrada en su trabajo. Vivía de la moda; el sexo no le interesa.

Durante sus vacaciones, viaja a la playa donde descubre a un joven guapo y moreno. Él ni siquiera se ha fijado en ella, pero la joven cada noche se abandona en sueños con él, cae rendida en los brazos eróticos de Morfeo, a su lado.

PAGINA INTERIOR

—¿De qué prostíbulo ha salido? —interrogó—. ¿Cómo te llamas? —La joven no respondió—. ¿Por qué no me dice su nombre? ¿Se lo has prohibido, no quieres que hable conmigo?
Leonardo estaba molesto con su amigo de juegos.
—Ella te puede decir su nombre y profesión, no le tengo prohibido nada —le dijo, esperando que ella le
dijera algo que lo dejara clavado en el sitio—. Puedes decirle tu nombre y tu profesión —insistió.
La joven alzó la mirada y le habló en un perfecto francés:
—Me llamo Geraldine y soy la directora de una firma de cosméticos femeninos en París.
—Eso no vale. Me lo ha dicho en francés y no la entiendo.
Leonardo estaba orgulloso de la respuesta de la joven y añadió:
—Si no sabes francés, es tu problema. Geraldine está en mi casa, y ahora nos vamos.
—¿No te quedas? Sabes que el grupo se reúne hoy.
—Hoy no. Mañana iremos a la fiesta.
—Ok, allí nos vemos.
Leonardo cogió a la chica de la mano y salieron del restaurante.

jueves, 8 de septiembre de 2016

SAGA B. O.


Mi nuevo proyecto se van terminado, esta novela es una saga de misterio, con tintes de novela negra, muy romántica. Aun no tengo buscada una editorial adecuando a este estilo,
Os dejo un pequeño texto aun en construcción    

B.O. CUARTA PARTE 


Solo venimos amarnos, como si fuéramos amantes clandestinos, ocultándonos de todos. Eso hacer que aumente más el morbo de nuestra relaciones sexuales, las que tenemos tan placenteras.
En nuestro refugio, mi esposa deja de ser madre, para convertirse en la amante perfecta, nos escondemos de los que viven a nuestro alrededor, del mundo mismo. Aquí nos encontramos en cualquier momento, cuando lo deseamos y sentimos la necesidad de hacer el amor y dar rienda suelta a nuestros juegos eróticos,


miércoles, 7 de septiembre de 2016

EL BAÚL DE LOS SENTIMIENTOS PERDIDOS.



Titulo:   El baúl de los sentimientos perdidos
Autor:  Daniel Velarde Ruiz
               136 páginas.
Genero:  romántico

Editorial:  Círculo Rojo



sinopsis
La vida son momentos, instantes, sentimientos, y en cada uno de ellos siempre hay unas palabras en las que sentirnos reflejados. Viviendo con la costumbre de soñar despierto. Quién te iba a decir que los sueños pueden cumplirse? Soñar es, crecer, aprender, luchar para poder cumplirlos. No sera fácil y constantemente estaremos a prueba y quizás tengamos que rebuscar en el baúl de los sentimientos perdidos.

 EL BAÚL DE LOS SENTIMIENTOS PERDIDOS.

Este es el primero libro de  Daniel Velarde Ruiz. Ha comenzado su carrera literaria, por el duro camino de la escritura. Ha conseguido cumplir su primer sueño. Espero que siga disfrutando de tantos sueños que están por llegar. Mucha suerte Daniel 

lunes, 5 de septiembre de 2016

RECUERDOS

Empecé a escribir por ver primera, en septiembre del 2007. No me podía imaginar el cambio que llegaba a mi vida. Una nueva oportunidad me daba la vida, entraba en mi vida una segunda oportunidad. Acaricie las letras y los sueño invadieron mis pensamiento. Me preguntaba como podía escribir con tan escaso estudios.
Comencé, mi particular lucha, para mejorar y darles a mis personajes vida.
   El papel que juega sus protagonistas femeninas, dentro de cada novela, es como el reflejo de mi propia vida, luchar por ser mejor, por ser feliz.
 Mis historias están dedicadas  a la mujeres has sido abandonadas emocionalmente por sus parejas, ¿cómo se repone a este hecho? Mis historias hablan de mueres luchadoras de segunda  oportunidades, como el destino te pone personas inesperadas en tu camino. Dedicado a cada una de las mujeres que ha decidido decir basta, hasta aquí hemos llegado.

                        

viernes, 2 de septiembre de 2016

NUEVO PROYECTO.

Mi nuevo proyecto, es muy ambicioso, estará  para el próximo año  2017,  si todo sale bien, voy a darle vida con con book trailer y mucho más,,  aquí un pequeño adelanto, de alguna ideas que van madurando..  

En el poso profundo del acantilado, una mujer lucha contra las voces del mas allá, intenta sobre vivir, comprender, ¿porque la escucha, porque vienen a perturbable sus sueños?  aquella malditas voces de ultra tumba.


El sexo que ella la envuelve, es más que romántico o erótico, lo que siente se basa en la fuerza creadora del ser humano, buscando la iluminación, el sexo más concierte..

       Llora sobre un perro, le cuenta  lo que no puede contarle a un ser humano. Su deterioro personal  va en aumento. se pregunta ¿por que las voces del acantilado esta dentro de su cabeza? la joven no tiene consuelo.
  La tragedia la aguarda en la arena, junto al mar, podrá sobrevivir al odio, a los celos del un amor enfermizo.

 

jueves, 1 de septiembre de 2016

CUENTOS Y RELATOS

EL LOBO GRIS HERIDO

En las frías estepas de un lugar olvidado, donde a lo lejos se divisan unas cadenas montañosas nevadas, una manada de lobos grises camina agrupada por esa llanura desoladora, confundiéndose con la nieve.
El lobo alfa es el rey de la manada. El gran lobo de cabellera gris mira al cielo en la noche de su desesperanza; en el horizonte, los últimos rayos de sol forman unas finas nubes de fuego, dando paso a una oscura noche.
Sus patas se hunden en la nieve. La manada va adentrándose en un bosque amigo. Los árboles, como centinelas en el tiempo, le dan la bienvenida. Los lobos se resguardan del viento y cuando la Luna está en lo más alto, en todo su esplendor, los aullidos de los lobos suenan como un lamento en la fría noche, como melodías de otros tiempos.
Por la mañana, la manada ya despierta, está dispuesta para su partida, pero un inconsciente y joven lobo, muy nervioso por descubrir cosas nuevas, se acercó a unas rocas y antes de darse cuenta, cayó a un zarzal quedando aprisionado entre las espinas. Cuanto más se movía, más preso quedaba.
El jefe de la manada dijo: “Eso pasa por no respetar las normas. Vámonos”. La madre del joven lobo replicó, diciendo: “No podemos dejarlo aquí solo”, pero el lobo Alfa no cedió: “No podemos hacer nada por él y no podemos esperar. Debemos seguir hacia delante, pues las tierras del norte nos esperan”.
Los lobos, aullando, se alejaron del aquel lugar, dejando solo al joven lobo, entristecido viendo cómo se alejaban. El joven intentó escapar, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles. Allí estaba el temido lobo de las praderas en un zarzal. Las espinas se le clavaban como alfileres y la sangre que de sus patas brotaba, manchó la nieve blanca de un rojo intenso.
Aquella noche, la Luna lo iluminó con su suave luz, que lo bañó de amor. Veía, allí abajo, entre las piedras y zarzas, a un lobo herido y le hizo compañía. La Luna lloraba, sentía el dolor de sus heridas y le cantó una suave melodía.
Llegó el día siguiente, el lobo seguía apresado. El dolor era intenso y no se podía mover. Su curiosidad le había llevado hasta las piedras de un pequeño montículo, cayendo a aquel lugar de zarza y espina. Apresado, lloraba de rabia, lamentándose continuamente de su mala suerte. Cuando los rayos de sol se perdieron en el horizonte, llegó la oscuridad. La soledad era muy dura; nadie le hacía compañía. La Luna salió rápidamente de detrás de las montañas. Ella lo acompañaba y lloraba su agonía; él la observaba, viendo cómo la Luna, su amada, su amiga, sollozaba.
Aquella noche le cantó una nana y el lobo se fue quedando dormido. Le fallaron las fuerzas, pues la falta de comida le estaba debilitando. El lobo soñó y, en su ilusión, volaba como un águila real, surcando el cielo. Mientras soñaba se encontró con un pájaro que le preguntó quién era; tenía que ser una fantasía porque un lobo volar no podía.
El lobo, sonriendo, fue a posarse entre margaritas y una mariposa, que le veía como una extraña criatura con ojos que parecían el día, le preguntó que de dónde venía. Él la mandó callar pues no era más que una pequeña mariposilla, a lo que ella exclamó: “¡Sí, pero soy bella como la flores que pisas!”. El lobo se disculpó, apartándose de las florecillas: “¡Oh, Perdón! Soy un lobo volador con gran maestría, el rey de la colina, donde puedo hablar con la Luna. Ella me ha dado el poder de volar cada día, puedo ver las águilas en el cielo, puedo ir con ellas”. La mariposa no se lo creía: “Anda, vete de aquí con esa fantasía”. El lobo quiso volar pero no podía.
Lo despertó un fuerte golpe, abrió los ojos y miró hacia arriba, viendo el zarzal. Todavía no se había dado cuenta de lo débil que estaba. Se fue soltando hasta caer por su propio peso. Mucho más delgado, se puso de pie, aunque casi no podía pues las fuerzas le fallaban.
Tenía mucha hambre, pero ahora sin fuerzas no podría cazar. Se metió entre los árboles con paso lento, donde podría encontrar algo de comer para recuperar fuerzas. Mirando, oliendo, a lo lejos vio a una liebre de las nieves. Se preguntó cómo haría para cazarla, pues no podía correr: “Con lo rápida que es la liebre y yo sin fuerzas”. Fue acercándose con sigilo. Sorprendentemente, la liebre, cuando vio al lobo, exclamó: “¡Gracias a dios! Mi sufrimiento se acaba”. Estaba herida, ya que un cazador le había disparado unos días antes; tenía el costado destrozado y no podía mover sus patas. Sin poder caminar, se había quedado a merced del tiempo, sin esperanza para su vida. Cuando el lobo se acercó a la liebre, le dijo: “Siento comerte, pero necesito alimento”. La liebre le contestó: “No te detengas, te doy las gracias y ten cuidado porque por esta zona hay muchos cazadores que no respetan nada en este bosque”.
El lobo se comió a la moribunda liebre y de esta manera recuperó sus fuerzas. Ahora debía pensar dónde estaba su manada y cómo podía pasar la noche. Buscó un lugar entre dos rocas que formaban una especie de cueva, donde se ocultó para reponerse y descansar. Por la mañana tenía que correr para alcanzar a la manada, antes de llegar a las tierras del norte. No sabía bien dónde estaba, pero su instinto lo guiaría y de esa manera se reuniría con su familia y su amiga loba, con las que tanto había jugado.
Aquella noche, mientras el lobo dormía, la Luna iluminaba el cielo. Volvió a visitar al joven lobo, pero no lo vio en el zarzal. Se puso muy contenta, ya que ahora el lobo gris era libre y tendría tiempo de verlo en las tierras del norte. La Luna comenzó a cantar de alegría, una melodía de luz que llevaba el viento. Este corría y corría, surcando las colinas hasta llegar a las tierras donde estaba la manada. El jefe lobo escuchó las noticias y se lo comunicó a los demás: “Nuestro joven amigo ha podido liberarse y pronto llegará con nosotros. Debemos prepararle una buena bienvenida”. La manada se alegró mucho y caminó más despacio para que el joven le pudiera dar alcance.
A la mañana siguiente, el sol aparecía por el horizonte y el lobo ya había recuperado toda su fuerza. Ahora estaba preparado para emprender la marcha; voló como el viento entre los árboles, entre los arroyuelos que discurrían por las laderas, y no paró de correr. Era joven, fuerte, estaba en plenitud de su fortaleza, más que correr, volaba y, a la noche, por fin, divisó a la manada. Una joven lobezna, su amiga, salió a su encuentro y le dio la bienvenida de nuevo a su familia: “Pensé que ya no te volvería a ver”. El joven, casi sin poder hablar, le dio las gracias y juntos llegaron al lado del rey de la manada. Con su voz roca, el jefe le dijo: “Bienvenido. A partir de ahora cuida de no perderte y preocúpate más de los jóvenes. Debemos cuidarnos unos a los otros por nuestra supervivencia”.
Todos los lobos le dieron la bienvenida y aquella noche fue muy especial para el joven lobo, ya que, cuando la Luna estuvo en el cielo, le dio las gracias por sus melodías y su ayuda cuando estaba apresado entre zarzas y espinas. La Luna le sonrió; estaba radiante de ver al lobo contento y feliz. El lobo aullaba en lo alto de una roca en la hermosa noche de las tierras del norte.
A la mañana siguiente, cuando el sol estaba bien alto, el joven lobo empezó a jugar con su loba amiga, corrían, rodaban por la nieve y después volvían a correr hasta perderse entre los árboles. El jefe de la manada los miraba y pensó que el joven lobo pronto sería adulto y tendría su familia. Sería el nuevo rey de la manada y tendría que encargase de llevar a las próximas manadas de lobos a las tierras del norte. Él ya era muy viejo para ese cometido y las nuevas generaciones pedían paso.
El amor nació entre nuestros dos jóvenes lobos y antes de llegar el siguiente invierno, la hembra buscó una cueva donde nacerían sus cachorros. Tuvo cuatro cachorritos, dos como su padre y dos iguales que la madre. Los cachorros todavía no tenían el color gris, eran un poco más blancos, pero de mayor serían cuatro lobos grises como sus padres. El joven lobo ya era un gran macho alfa, dominador de la manada y su corazón estaba con su loba. La amaba y cortó una hermosa rosa roja que en la boca llevó a su joven esposa, quien, emocionada, derramó unas lágrimas por sus mejillas en agradecimiento. Le miraba con un brillo muy especial, que ahora más que nunca relucía; esa mirada de plata que cautivaba los ojos del bello lobo gris.
Una de aquellas noches, el lobo gris subió a la colina y allí, solo, en lo alto de una roca esperaba a que saliera la Luna. Una vez que la Luna estaba en el cielo, el lobo le dijo: “Amada Luna, quiero que me ayudes a conducir mi manada. Como sabes, mi padre ya es viejo, tengo cuatro cachorros y esposa. Quiero que me ilumines con tu luz”. La Luna le contestó: “Querido amigo lobo, no tienes que preocuparte, mis rayos te llenarán de luz y te alumbraran el camino; el viento te informará de los peligros del bosque y tu manada estará a salvo. Vete tranquilo, siempre puedes contar conmigo”. El lobo asintió e inclinó la cabeza. La Luna, esa noche, cantó una dulce melodía que hizo a los lobos soñar, que hizo que se sintieran libres en aquellas tierras del norte.
Fin