Después de aquello se dedicó a estudiar para labrarse un futuro. Estuvo en Francia como estudiante de erasmus y más tarde terminó sus estudios, sin embargo, la escasez de trabajo la tuvo un tiempo de un lado para el otro, en pequeños trabajos, hasta que por fin encontró aquel de guardia de seguridad que la fue encerrando poco a poco en sí misma, mayormente por la falta de vida social. Su pareja actual no era un mal chico, pero no estaba a la altura de lo que ella necesitaba.
Su vida pasó delante de sus ojos como un relámpago. Lo que aquella noche había pasado no se lo explicaba, era como si el destino la hubiese llevado a aquel despacho con ese desconocido sin poder decir que no. Cada vez que lo recordaba su sexo parecía que hervir, se calentaba de una manera… Se tocaba y acariciaba mientras el agua resbalaba por su cuerpo, sin querer evitarlo. Se palpaba los pezones, los sentía erizarse con sus masajes, y, de nuevo, el deseo la abrasó. No pudo aguantar
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