Capítulo 1
El
mundo está en las manos de aquellos
que
tienen el coraje de soñar y corren
el
riesgo de vivir sus sueños.
Pablo Coelho
El reloj de la entrada
marcaba las siete de la tarde de otra Navidad. Lo había preparado todo con sumo
cuidado, como su vestido negro de seda. De todas las gargantillas, había
elegido la de perlas, que se mantenían brillantes como el primer día que
llegaron a sus manos. Poco a poco, terminó de poner todos los complementos
sobre la cama. Se sentía nerviosa; no sabía si estaba haciendo lo correcto.
Aquella mañana lo había decidido: no quería pasar otra Nochebuena sola. Le
había llegado por Internet una propaganda de un restaurante llamado Romeo, el
único de la ciudad que se había especializado en cenas de Nochebuena para personas
solitarias. Había hecho la reserva.
Llegó el momento
esperado y comenzó a vestirse. Después de una hora, ya se daba los últimos
retoques. Elsa estaba preciosa. Sus cabellos negros lucían recogidos en un moño
desenfado, el vestido negro de seda le quedaba perfecto y, con sus tacones
altos, estaba muy elegante. Se puso un abrigo largo y negro, se miró al espejo