martes, 28 de junio de 2016

Con el corazón de Eva

Título: Con el corazón de Eva.
Autor: María González Pineda.
Formato: Versión Kindle .
Editorial: Amazon Kindle
Genero: Drama Romántico

P.V.P: 3,15€

Sinopsis
Con tan solo 17 años, un trágico accidente acabara con la vida de Eva, sumiendo a Ana, su madre, en la más absoluta desesperación.

Cuando todo su mundo parece derrumbarse ante ella, tendrá que tomar una difícil decisión: donar o no los órganos de su hija, sin ser consciente que ese acto podría cambiar el resto de su vida, para siempre, haciendo que la esperanza vuelva a renacer y recuperando a una persona de su pasado que jamás pudo olvidar.

Con el corazón de Eva es una historia de amor, de superación  y de cómo los camino de la vida pueden cruzarse de forma inesperada. 


 Con el corazón de Eva 


Mamá, me voy —dijo Eva cogiendo su abrigo.
—Hija, ¿tan pronto? —preguntó, extrañada, la madre.
—Sí, mamá, Álex me espera —explicó Eva, ya en la puerta.
—Espera, deja que te vea. Estás muy guapa con el vestido nuevo.
—Sí, me lo he puesto porque Álex me va a llevar a cenar a un restaurante elegante y moderno, 
de esos que hacen cocina de diseño —comentó ilusionada.
—Me parece bien, hija.
—¡Eva, vámonos ya! —insistió Álex desde la calle mientras
encendía la moto.
—¡Me voy, mamá! Me está llamando.
—Sí, ya lo he escuchado. Ten mucho cuidado con la moto
— pidió preocupada.
—Tranquila, mamá, no me va a pasar nada —contestó Eva
mientras la besaba con ternura.
—Adiós, hija, que te diviertas.
—Adiós, mamá.
La vio salir de casa con ese negro pelo suelto, bella como
una rosa; alta, morena y delgada. A sus diecisiete años era muy
responsable. El no haber tenido un padre a su lado le había hecho
madurar antes de tiempo. Cursaba segundo de bachiller y


se preparaba con gran ilusión para las pruebas de acceso a la
Universidad, pues quería ser economista. Sabía que era muy difícil
por los escasos medios de su madre, pero ella trabajaría y
así ayudaría a sacar adelante su carrera.
Media hora después de marcharse, la madre, que preparaba
la cena en aquel momento, sitió un agudo pinchazo en el
corazón. Fue una sensación muy extraña, pero no le dio importancia,
cogió su plato y se fue hacia el salón. Acababa de
sentarse cuando sonó el timbre de la puerta. Se asustó, sin saber
porqué. Su hija no podía ser porque tenía llave. Al abrir la
puerta de la calle se quedó paralizada, como si hubiese visto un
fantasma: era la Guardia Civil.
—Buenas noches, señora, ¿es usted Ana Delgado? —preguntó
con sequedad uno de los agentes, de aspecto amargado y
mirada fría como el hielo.
—Buenas noches. Sí, soy yo, ¿qué sucede?
—¿Su hija se llama Eva Delgado? —preguntó el segundo
guardia, más bajito y con una mirada más amable que el primero.
—Sí, ¿qué le ha pasado? —volvió a preguntar Ana, cada
vez más impaciente.
—Lo sentimos, señora, su hija ha tenido un accidente de
tráfico. Hemos venido para que nos acompañe al hospital.
Todo le daba vueltas, su cara palideció y sus ojos se humedecieron
al instante.
—Pero ¿ella está bien? ¿Cómo ha sido? —fue lo único que
se atrevió a preguntar. —Un coche les atropelló en un cruce, el
conductor se ha dado a la fuga.
—¿Y el joven que iba con mi hija? —Está muy grave y
también lo trasladaron al hospital.
—Vamos, no perdamos más tiempo, coja usted un abrigo
— dijo el de los ojos grises.


Ana agarró su abrigo, dio un portazo a la puerta y se subió
sin perder un instante en el coche de la Guardia Civil.
El camino al hospital se le hizo eterno, parecía no terminar
nunca. Los agentes la acompañaron hasta la sala de espera
de urgencias.
—Siéntese aquí, señora Delgado, pronto vendrá un médico
y le dirá cómo está su hija.
—¿Tardará mucho en venir? —preguntó Ana, aún sin asimilar
lo que estaba sucediendo.
—No creo que tarde.
Minutos después, apareció el médico. Y, tras hablar con
los guardias, se aproximó donde se encontraba Ana.
—Señora, su hija ha tenido un accidente muy grave —le
dijo. —¿Cómo está? Dígame, doctor, ¿cómo está? —repitió desesperada.
Aquella nublada sombra en los ojos del médico no le
hacía presagiar nada bueno.
Él la abrazó para intentar tranquilizarla y no quiso demorar
más las malas noticias.
—Señora, su hija está clínicamente muerta —dijo el doctor
con voz firme y clara.
—¿Quiere decir que ya... nunca despertará? —un sollozo
se ahogó en su garganta, paralizándola por completo. Aquello
no podía ser verdad.
—Mire, su hija ha recibido un golpe muy fuerte en la cabeza
y ha quedado en coma.
—Pero... ¡no puede ser! —No hay esperanza, los daños
son irreversibles, quedará en estado vegetativo toda la vida. La
sostienen las máquinas, pero tarde o temprano ni las máquinas
podrán impedir que su fuerte corazón pierda su vitalidad.
Ana estalló en un llanto cargado de dolor. No se lo podía
creer. Su hija, su única hija, la había perdido y no había vuelta
atrás. A su cabeza vinieron imágenes de la pequeña, momentos
Con el corazón de Eva

de su infancia, de su niñez, de su dulce vida que ahora se extinguía.
El médico esperó unos minutos antes de seguir hablando.
—Quiero pedirle un favor, señora.
—¿Qué tipo de favor?
—Soy consciente de que no es el momento apropiado, y
tendrá que disculparme si no soy delicado al pedírselo, pero hay
muchos pacientes que están en condiciones críticas y con posibilidades
de recuperación si se les sometiera a un trasplante. Su
hija no tiene ninguna posibilidad de vivir y sus órganos están
en buen estado. ¿Sería usted capaz de donarlos? No quiero ni
es mi deber presionarla, pero sí es mi deber velar por aquellos
pacientes que dependen de la generosidad de personas como
usted. Piense cuántas vidas salvaría.
Ana sintió un zumbido en sus oídos, un mareo que la envolvía
y que parecía transformar aquella situación en algo irreal,
ajeno a ella. Las palabras del médico habían quedado como suspendidas
en el aire, flotando cerca de sus oídos en una dolorosa
decisión que en aquel momento no se veía capaz de tomar.
—No sé qué hacer, estoy muy confusa.
—Lo entiendo, yo sufrí lo mismo hace cinco años. La voy
a dejar sola para que lo piense. Su hija está por aquí, sígame, por
favor.
Llegaron a un pasillo, el médico abrió la puerta de una
habitación y allí vio a su hija, acostada, rodeada de sondas y
máquinas que emitían rítmicos sonidos. Su cabeza estaba vendada,
pero por la expresión de su rostro parecía no sufrir, como
si nada le hubiera sucedido.
—La dejo sola. Vendré dentro de unos minutos. El doctor
se marchó. Ana se quedó sola. Echaba de menos tener a una
persona a su lado que la confortara, le cogiera la mano y le diera
calor. Entonces recordó al padre de su hija, el hombre al que ella
María González Pineda

tanto había amado.
Era una niña y vivía con su tía que regentaba una pensión
en el centro de Sevilla, en un barrio de calles coquetas, muy estrechas
y antiguas. Ana le ayudaba a limpiar las habitaciones y
también se ocupaba de encargos menores.
—Ve a la habitación diecinueve y llévale al cliente esta almohada.
—Le pidió una noche su tía.
—Sí, tita, ahora mismo.
Ana llamó a la puerta, esperó unos segundos y entonces se
abrió, apareciendo un hombre moreno, de unos veintiséis años,
muy alto, de ojos negros y piel blanca. Ana notó por sus rasgos
que no era del sur. Él la hizo pasar y ella dejó en la cama lo que
llevaba en su mano y lo miró. Fue solo un instante, pero algo se
despertó en su corazón. Era muy joven para darse cuenta de que
aquello era amor a primera vista.
—Vaya, si eres solo una niña, ¿cómo es que estás trabajando
aquí? —preguntó él sorprendido.
—Solo ayudo a mi tía. Y usted, ¿trabaja o solo está de
paso? —No me hables de usted, que me haces sentir un viejo
—dijo con una risa burlona—. Soy arquitecto, he venido a
construir un edificio.
—Vaya, eso es muy interesante —musitó algo cohibida
por la presencia de aquel desconocido—. Bueno, me voy ya,
buenas noches.
—Espera, ¿cómo te llamas?
—Me llamo Ana.
—Yo me llamo Antonio. Espero que nos veamos otro día
— le dijo entornando aquellos ojos tan oscuros y penetrantes—.
Buenas noches.
—Buenas noches.
La joven salió de la habitación. Flotaba como si la sostuviera
una nube. «Qué hombre tan guapo», se decía a sí misma.

domingo, 19 de junio de 2016

DOS DÍAS Y TRES NOCHES


Título: Dos días y tres noches   
Autor: María González Pineda
Formato: Papel. 
Editorial: Editamas.
Genero: Romantico Erotico   
Detalles del producto
Páginas: 105

P.V.P: 11,00


                           Sinpsis
María González Pineda, se adentra de lleno en el género erótico, haciéndonos vibrar en cada párrafo con estos dos relatos.

 DOS DÍAS Y TRES NOCHES, es el relato que da nombre al libro. Evelyn es una guapa mujer de 26 años. Pasaba su vida aburrida hasta que una noche encontró un hombre que le hizo conocer un mundo de sexo y lujuria al que no estaba acostumbrada.
 Esta situación, le hace darse cuenta de que tiene un fiera dormida, escondida, hambrienta de sexo. Ya no le importaba su vida, solo quería ser la amante de un hombre mayor que ella. Vive loca por él y solo le importa pasar con él dos días y tres noches.

 LOS SUEÑOS ÍNTIMOS DE ELOÍSA Eloísa Román era una mujer bella y joven, centrada en su trabajo. Vivía de la moda; el sexo no le interesa. Durante sus vacaciones, viaja a la playa donde descubre a un joven guapo y moreno. Él ni siquiera se ha fijado en ella, pero la joven cada noche se abandona en sueños con él, cae rendida en los brazos eróticos de Morfeo, a su lado

domingo, 12 de junio de 2016

EL MUNDO SECRETO DE TOBÍAS


Título: El Mundo Secreto de Tobías  
Autor: María González
Formato: Versión Kindle
Detalles del producto
Páginas: 106

P.V.P: 3,15€

                                sinopsisi
Tobías y Neli, dos niños marginados por la sociedad. Tobías es el hijo del borracho. Neli una niña rara. Una gran amistad une a estos dos niños. La naturaleza los llama, les pide ayuda para curar las heridas que los hombres le hacen a nuestro bello planeta. Tobías y Neli deben intentar salvar nuestro planeta para dejárselo a las próximas generaciones. Y esta es su historia. El mundo secreto de Tobías

D

viernes, 10 de junio de 2016

EL ÁGUILA DE LOS SUEÑOS

Titulo: El águila de los sueños 
Pagina: 125
Narrativa juvenil infantil.
Cuentos ilustrado
De venta en Amazon kidler

                                Sinopsis
Toni te contará unas historias muy tiernas que te llevarán a hacer un viaje por bosques encantados y llegar al mundo de la magia. En las noches de luna llena los árboles cantan dulces melodías que el viento lleva, para que los sueño sean reparadores.
Porque sin árboles, sin pájaros, sin mariposas y sin el color de las flores no tendríamos sueños, y sin sueños, el águila de los sueños no podrá volar.


Próximamente se publicara en papel. 
La historia narra la vida de Toni, un niño frustrado por que su padre se ha marchado. Por su culpa su madre tiene que trabajar, en un bar del pueblo sirviendo cafés. Un día junto al río, habla con el pez Federico, este le ayuda a escribí un relato para el colegio, ganando el primer premio. A partir de hay su vida se convierte tormentosa, porque sus compañeros se burlan de él, le llaman bocapez. Toni decide que cuando sea mayor escribirá para que los niños sueñen. Escribiendo fabulas de árboles que hablan, revindicando la naturaleza, el hombre negligente esta acabando con el planeta y su habitas,           

jueves, 9 de junio de 2016

Misterio

He finalizado una biología de misterio, asesinato, romanticismo, un mundo psicológico duro, la autodestrucción de un hombre, por amor, ¿entrará de nuevo en su corazón el amor de otra mujer?
                   Os dejo un pequeño testo de esta historia..

        La muy.. Había firmado con su nombre de soltera, despreciaba hasta mi apellido. Una rabia muy fuerte se estaba apoderando de mí. Cuando termine de leer di un puñetazo en la mesa, el cual hizo que la mano me doliera mucho, pero ese dolor no me afecto, solo el de mi corazón, me sentía humillado, un ser despreciable, ella me odiaba y yo la quería con toda mi alma, maldecir mi vida una y otra vez, la maldecir a ella, mientras mis lágrimas de odio salían de mi ojos, estaba rabioso, eso no se me podía hacer a mí, con lo que yo la quería, di una patada a una silla que se rompió al chocar contra la pared.
 Fui al mueble donde guardaba las bebidas, cogí una botella de vino me la pensaba tomar de una vez, a conciencia, la tome por el cuello y bebí sin control, no tarde en sentir mi estómago entrar en calor, el vino estaba haciendo su efecto, luego como un sonámbulo me tiré sobre la cama, quería llorar, gritar y morirme allí de una vez.         

domingo, 5 de junio de 2016

LUZ DEL RÍO.


Titulo:  Luz del Río 
Narrativa biográfica
Pagina 108
Versión  Kindler
Compara por solo 89,07
Amazon.

                                 Sinopsis

Esta es la historia de María, una pequeña mujer de gran corazón que nació en 1919 Fue una luchadora. Se casó a los 16 años, en tiempo de la guerra civil donde lucho lo indecible para poder sobrevivir, Tuvo siete hijos de un desgraciado matrimonio que duro toda la vida.
Vivió a la orilla de un río del cual pescaba para alimentar a sus siete hijos, mientras su marido vivía una vida de excesos. La vida le golpeó duramente llevándose al quinto de sus hijos con tan solo 29años en un accidente de tráfico. Su dolor no terminó, pues de nuevo, la  desgracia  le llegó con la muerte de uno de sus nietos, el cual tenía 27 años.
Desde muy joven sufrió ataque asma, una enfermedad que la acompañaría en el resto de su vida..         

CUENTOS Y RELATOS

http://www.guadalmalaga.org/cuentos-relatos-la-biblioteca-magica-maria-gonzalez-pineda/2/

viernes, 3 de junio de 2016

CON EL CORAZÓN DE EVA

Con el corazón de Eva Versión Kindle 

                                       sinopsis

Con tan solo 17 años, un trágico accidente acabara con la vida de Eva, sumiendo a Ana, su madre, en la más absoluta desesperación.
Cuando todo su mundo parece derrumbarse ante ella, tendrá que tomar una difícil decisión: donar o no los órganos de su hija, sin ser consciente que ese acto podría cambiar el resto de su vida, para siempre, haciendo que la esperanza vuelva a renacer y recuperando a una persona de su pasado que jamás pudo olvidar.

Los dos se sentían profundamente atraídos. Un enamoramiento sincero los envolvía. Unidos por el destino, con la juventud y la fuerza que da el amor y casi sin darse cuenta, se unieron en un beso tierno que los aisló de la realidad. Y con el sabor de aquel buen chocolate en sus bocas, se sentían vivir y palpitar de pasión sus jóvenes corazones. Se necesitaban, se deseaban. La suavidad del contacto se hizo más intensa. El tiempo dejó de fluir a su alrededor. Desde la cocina, Esperanza los vio, y agradeció en lo más profundo de su corazón que las cosas se hubiesen solucionado. Su deseo se hacía realidad. Ahora él ya no necesitaría tanto de ella, pues tendría a su lado a la pequeña y bella Claudia, y la casa sería más alegre. Recordó cuando, por sus problemas de salud, Alberto no podía ir al colegio y su padre contrataba maestros privados que le daban clases en casa, cuando los cumpleaños se realizaban en la más absoluta soledad y los enamoramientos juveniles entre alumnos pasaban de largo para él.
No le gustaban las nuevas tecnologías, meterse en los foros ni chatear frente a una pantalla, esa ventana a la soledad en la que tantos jóvenes encontraban pareja, a él le resultaba extraña.

Esperanza presintió que, a partir de ahora, la casa tomaría un nuevo rumbo y que ella ya no sería tan necesaria en la vida de los dos hombres con los que vivía. Se estaba haciendo mayor. Suspiró con resignación dejando escapar aquella certeza y volvió a concentrarse en sus labores.