lunes, 18 de julio de 2016

LA JOVEN DE LOS CABELLOS DORADOS

                                                            La joven de los cabellos dorados

Una bella joven miraba por la ventana
Su pelo rubio su ojos como la plata
Llora desconsolada recordando primaveras pasadas
Cuando el amor a su lado estaba
Recordando su gran amor se le ilumina su cara
Y el color de su mirada
De noche cuando la luna viene a su ventana
Ella le habla  de su gran amor y de ilusiones pasada
La luna con su luz contemplaba a la muchacha
Y cada noche ella le cuenta como su amor
Se fue en una fría mañana
Cada noche cada día pasaba y otra primavera llegaba
Una noche en su ventana
La joven le dijo a la luna que se marchaba
No podía soporta más la vida si su amado
Su cuerpo sin vida quedo  en la ventana
La luna triste que daba, ella era testigo
De tantas noche de amor en la madrugada
Y era también  testigo de tantas noches  amargas
Espero la luna aquel el sol llegara en la mañana
La luna le contó su desesperación por la joven
De los cabellos dorado y la mirada de plata
La luna dijo se fue con su amor esta madrugada
Le dijo al sol cuanto amaba a la muchacha
Se fu la luna llorando con su aura dorada
El sol brillaba en la triste mañana
Escucho el sol doblas las campanas
Por la joven de cabellos dorados y la mirada de plata
A la noche siguiente llego la luna a la ventana
Y no estaba la hermosa  joven de los cabellos dorados
Solo quedo la luna testigo de otra noche amarga

Autora: María González Pineda 

jueves, 14 de julio de 2016


Título: El águila de los sueños.
Autora: María González Pineda
Narrativa: juvenil infantil.
Página: 125
Cuentos ilustrados

De venta en Amazon kidler



                           Sinopsis
Toni te contará unas historias muy tiernas que te llevarán a hacer un viaje por bosques encantados y llegar al mundo de la magia. En las noches de luna llena los árboles cantan dulces melodías que el viento lleva, para que los sueño sean reparadores.
Porque sin árboles, sin pájaros, sin mariposas y sin el color de las flores no tendríamos sueños, y sin sueños, el águila de los sueños no podrá volar.

El águila de los sueños

Toni vivía con su madre y su abuela; su padre se había marchado unos años atrás y él no llegó a conocerlo, por eso le guardaba un cierto rencor. Sufría los problemas económicos por los que pasaba su familia, aunque él se limitaba a observar y callar, pues no tenía edad para poder opinar, lo único que hacía era ausentarse de la realidad.
Un día, después de llegar del colegio, el niño bajó al riachuelo que pasaba cerca de sus campos de cultivo, se sentó debajo de un árbol y empezó a tirar piedras al río.
Le gustaba escuchar el sonido hueco que producían las piedras al caer al agua, ver las ondas que se formaban y que luego, desaparecían con gran rapidez.
Una de las veces que Toni tiró una piedra al río, escuchó una voz suave y dulce.
—¿Quién está hablando? —preguntó Toni. Miró a un lado y a otro y no vio a nadie.
—Miras para todos los lados menos adonde estoy yo —respondió la vocecilla.
El niño miró al río y vio un pez que asomaba la cabeza; no podía creérselo, ¿se estaba volviendo loco? O ¿era verdad que el pez estaba hablando?, pero si él sabía muy bien que los peces no hablaban.
—Ya está bien de tirar piedras con tanta fuerza, ¿qué tienes en contra de nosotros? —preguntó el pez.
—Tengo mucha rabia
—¿Y por qué tienes tanta rabia?
—Tú no lo entenderías.
—Prueba, a lo mejor te sorprendes.
—Pero tú qué vas a saber de mí, si no sales del agua.
—Jajaja —soltó una carcajada el pez—. Sé muchas cosas de ti que tú no te esperarías.
—¿Sí?, ¿cómo qué?
—Sé que tú estás enfadado con tu padre porque crees que él te abandonó.